Angelique
Autor/a: Alfredo Ibañez
Medidas: 127x84 cm
Alfredo Ibañez (Fred)
Soy Fred, un homo sapiens urbano. Me expreso a través de la pintura intentando desarrollar la conciencia para poder contemplar y comprender el universo del que soy parte.
Vivo al sur del planeta, casi al extremo, mucho más al sur que casi cualquier lugar; en un lugar sin ríos, sin montañas, sin mar, y a veces también sin tiempo y sin espacio.
Desde siempre fue una constante la necesidad de expresarme a través del arte.
Las primeras aproximaciones hacia de las expresiones artísticas, ocurrieron a fines del siglo pasado, a través del estudio universitario que me llevó a la profesión de arquitecto.
Después de eso comenzó una gran fascinación por las ciudades, su funcionamiento como hábitat de nuestra especie, su misticismo, su complejidad, su capacidad creadora.
El conocimiento profundo de las ciudades como emergentes culturales y de las sociedades que las habitan me nutre de energía para la creación de mis obras.
Creo que el hecho creativo es un proceso permanente, es lo que subyace. La obra surge como un emergente de eso, no se detiene. En mi caso, el proceso creativo se estructura con una multiplicidad de estímulos, que provienen en mayor medida de otras expresiones del arte, principalmente de la música y la literatura.
Al mismo tiempo, siento al arte como un todo entre la experiencia personal de explorar la técnica y el proceso creativo en el que de forma permanente se expanden los límites de las capacidades de mi mente y mi cuerpo en el acto creativo.
Mi técnica es enteramente individual y en permanente evolución, trabajo con pintura acrílica, pincel y otros muchos elementos sobre un soporte rígido que produzco artesanalmente, que reúne características singulares de lo que voy desarrollando continuamente como proceso creativo, pinto sobre la obra, permanezco literalmente apoyado en ella.
Las obras son una parte de mí que se desprende. Son emociones enmarcadas que van narrando lo que la vida va siendo.
Creo que el arte puede aportar valores que son fundamentales para el crecimiento de una sociedad, como por ejemplo la libertad, solidaridad y la cooperación, y en éste sentido, el lenguaje es un medio, una herramienta para expresar, y el estilo es una característica intrínseca. Ambos son inevitables.
El arte hace a la vida emocionalmente sustentable.